Sobre la hojarasca

El latido de tu corazón comienza a sofocarte. Sientes los violentos martillazos en el pecho. Tratas de controlar tu respiración, pero por más que te esfuerzas se te escapa del cuerpo como bufidos estruendosos y delirantes. Contrólate. Respira profundo. Tranquilo. Sin embargo, cualquier intento por serenarte naufraga en la excitación y el nerviosismo. Estás totalmente exasperado. Caminas lentamente con tus sentidos agudizados. Todos los sonidos estallan con una nitidez increíble en tus oídos. Comienzas a creer que estás haciendo mucho ruido y aún te quedan diez metros por recorrer para estar a buena distancia. Y tu aliento como una tormenta, y tu palpitar como un terremoto. Mas nada truena como la hojarasca bajo tus pies, bajo tus botas. Eres un cazador. Caminas lentamente sobre la hojarasca. Cinco metros más por recorrer. Debes llegar a esa roca grande para poder mampostearte. Y llegas. Y ahí está… con toda su belleza y esplendor, imponente, ocupando todo el universo y absorbiendo toda la existencia. Lo vislumbras detenidamente, casi perplejo; te desconcierta tanta inmensidad y hermosura. Por un instante olvidas la impetuosa fogosidad. Luego apuntas.

jueves, 12 de abril de 2018

La importancia de la Federación Mexicana de Caza, A.C.


Al Dr. Carlos Moreno Fernández



La importancia de la Federación Mexicana de Caza

La caza es mucho más que un deporte. En primer lugar, porque su connotación deportiva la adquiere de la ley, que la categoriza de esta forma para distinguirla de las otras clases de cacería que existen y se practican en el mundo: la sustentable o de subsistencia, que pocos pueblos y entidades la siguen realizando, como diminutas comunidades de cazadores-recolectores que siguen habitando nuestro planeta, entre ellos los bosquimanos en el desierto del Kalahari; la tribu Papúa en Nueva Guinea; los batek, en Malasia Peninsular, por dar algunos ejemplos; por otro lado, existe la cacería furtiva, que no es más que la que se perpetra ilegalmente, sin parámetros éticos ni regularización; y por último, se tiene a la cacería deportiva, que es la que se ejecuta mediante el ejercicio de un derecho conferido por la ley, con miras a la conservación de las especies y la preservación de los ecosistemas. 

Por eso insisto en que la caza es mucho más que un deporte. Es una pasión, un estilo de vida, una industria, un universo complejo de leyes, reglas, códigos, tradiciones; es decir, la cacería también es cultura. Sin embargo, desafortunadamente, en la actualidad la actividad cinegética es del mismo modo y simultáneamente una práctica amenazada con desaparecer por múltiples y diversos factores. La falta de concientización en la gente y la poca promoción de este deporte ha permitido que los prejuicios y la desinformación permeen en incontables personas a lo largo y ancho del planeta

Si bien es cierto que existen culturas y grupos más afines a la caza, porque la siguen ejerciendo regularmente y debido a que forma parte fundamental en sus modos de vida; no obstante, la realidad es que una gran cantidad de gente que vive lejana a la ruralidad, y por serle totalmente ajenos los problemas que afectan a estas colectividades de hombres y mujeres, juzgan sin conocimiento de causa y a partir de la ignorancia a los cazadores, fomentando así ofuscaciones equívocas entre el resto de las sociedades, y muy en especial entre las clases medias. Es por esta razón que últimamente en redes sociales se ha linchado virtualmente a cazadores, cuyo único agravio fue el de publicar una fotografía con la pieza legalmente abatida. Consecuentemente, resulta imperativo que existan agrupaciones destinadas a la defensa de la caza y a llevar a cabo campañas informativas que eduquen y transmitan un mensaje claro y contundente sobre qué es realmente la cacería, cuáles son sus beneficios y cuál es el papel que juega en la defensa del medio ambiente en el orbe.

Afortunadamente, en épocas recientes, el acuerdo internacional denominado la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, o CITES por sus siglas en inglés, ha declarado a la cacería regulada como una  “[…] herramienta de conservación importante que puede beneficiar no solamente la conservación de la biodiversidad, sino también el desarrollo socio-económico” de las comunidades que cohabitan dentro de los ecosistemas que fungen como hábitat natural de la flora y fauna silvestres (Decimoséptima reunión de la Conferencia de las Partes, Johannesburgo (Sudáfrica), 24 de septiembre – 5 de octubre de 2016).

Dicho lo anterior, es evidente que hoy más que nunca se cuenta con elementos suficientes para debatir y argumentar a favor de las prácticas cinegéticas, y de los derechos de los cazadores. Y son organizaciones como la Federación Mexicana de Caza, A.C. las que se encargan diariamente en promover cuáles son las bondades de la caza en México y el mundo, con el objetivo de minar terquedades y cegueras vinculadas a la cacería, que prevalecen entre quienes por desconocimiento del tema atacan y siembran encono que suscita el vilipendio y la injuria de parte de un sector de la sociedad en contra del gremio de los cazadores.

Asimismo, la Federación Mexicana de Caza, A.C. tiene como objeto impulsar el ejercicio ético, humano y legal de la cacería en territorio nacional. Esta enseñanza y formación son primordiales, pues mediante el estímulo y la incitación a practicar la caza siempre y en todo momento dentro del marco jurídico y con miras a la conservación de las especies, se logra conservar a la fauna y preservar los ecosistemas, además de que no se le brindan fundamentos a los detractores de este estilo de vida para que lo sigan atacando de manera constante y sistemática en redes sociales o en las cámaras. 

Una organización como la Federación Mexicana de Caza, A.C. es pieza imprescindible y nuclearpara crear conciencia y promover el debate, en el sentido de que se entienda en México que mediante el fomento a la caza responsable y ética, se logra el cuidado del medio ambiente, así como el respeto al mismo. Asociaciones como la FEMECA se encargan de limpiar a esta afición, a esta pasión, de estigmas y prejuicios con los que algunos la han ensuciado y envilecido. Ha sido esta federación, más que ninguna otra, la que ha combatido con fogosidad e inteligencia los derechos de los cazadores, tanto en redes sociales, como en las cámaras de diputados y senadores en nuestro país. 

Así las cosas, hay que unirse a FEMECA. Es menester que hoy en día que nuestra pasión se encuentra más vulnerable que nunca, quienes amamos la caza nos unamos de manera formal y organizada para hacer frente a las adversidades que amenazan con dinamitar todo lo que se ha logrado en materia cinegética. Solamente así evitaremos que la cacería se prohíba en México; pues no es suficiente con practicar la cacería para ser considerados cazadores de verdad. Hay que confederarnos, hay que enaltecer el nombre de la federación, y demostrarle a los mexicanos que la caza legal, regulada y practicada éticamente es más que un derecho y un deporte, es una herramienta necesaria para la conservación.

Las ventajas que nos da a los cazadores la Federación Mexicana de Caza, A.C. son representación ante las autoridades, ante el Poder Legislativo, que en incontables ocasiones ha intimidado a la cacería mediante proyectos de ley enfocados en la prohibición de la caza en México. Asimismo, nos beneficia en el sentido de que genera identidad y sentido de pertenencia entre quienes amamos cazar; esto permite que se construyan puentes entre distintos clubs de caza y tiro y nos conecta a los cazadores mexicanos, lo cual genera unidad y por ende fortaleza.