Andrés
Santos Schroeder
Partamos
de interrogantes fundamentales, que circunscribirán el comienzo de esta
disertación sobre la caza. ¿Qué es la cacería? ¿De dónde viene? ¿Qué es el cazador
moderno? ¿En qué consiste el aprovechamiento cinegético?
Comencemos
por el lenguaje, por palabra y significado, por significante y contenido
semántico. La Real Academia de la Lengua Española nos brinda las siguientes
definiciones:
cacería.
1. f. Partida de caza.
2. f. Conjunto de animales muertos en la caza.
3. f. Pint. Cuadro que figura una caza.
Y a la
caza como:
caza.
(De cazar).
1. f. Acción de cazar.
2. f. Conjunto de animales no
domesticados antes y después de cazados.
3. f. alcance
(‖ seguimiento, persecución).
~ de brujas.
1. f. Persecución debida a prejuicios
sociales o políticos.
~ mayor.
1. f. caza de jabalíes, lobos, ciervos
u otros animales semejantes.
~ menor.
1. f. caza de liebres, conejos,
perdices, palomas u otros animales semejantes.
alborotar la ~.
andar a ~, o a la ~, de algo.
1. locs. verbs. coloqs. Buscarlo
afanosamente.
dar ~.
1. loc. verb. Perseguir a un animal
para cogerlo o matarlo. U. t. en sent. fig.
2. loc. verb. Alcanzar el objeto de la
persecución.
3. loc. verb. Mar. Dicho de una
embarcación: Perseguir a otra para alcanzarla.
espantar la ~.
1. loc. verb. coloq. Precipitar o
perder un negocio, por anticipar importunamente los medios para conseguirlo, o
por emplear los que no son a propósito.
levantar alguien la ~.
1. loc. verb. Ojearla.
ponerse en ~.
1. loc. verb. Mar. Maniobrar para que
una nave se ponga en fuga y escape de otra que la persigue.
seguir la ~.
cazar.
(Del lat. *captiāre, de captāre,
coger).
1. tr. Buscar o seguir a las aves,
fieras y otras muchas clases de animales para cobrarlos o matarlos.
2. tr. coloq. Adquirir con destreza
algo difícil o que no se esperaba.
3. tr. coloq. Entender algo
rápidamente.
4. tr. coloq. Prender, cautivar la
voluntad de alguien con halagos o engaños.
5. tr. coloq. Sorprender a alguien en
un descuido, error o acción que desearía ocultar.
6. tr. Dep. Dicho de un jugador:
Cometer una falta violenta sin intención de tocar el balón.
7. tr. Dep. Alcanzar al corredor o
corredores que van por delante.
8. tr. Mar. Poner tirante la escota,
hasta que el puño de la vela quede lo más cerca posible de la borda.
~ largo, o muy largo.
1. locs. verbs. coloqs. Ser muy
advertido o sagaz.
Empero las acepciones y definiciones anteriormente
citadas, las actividades de aprovechamiento cinegético alcanzan a trascenderlas, debido a que, como se expondrá más adelante, la profundidad de la
cacería vista desde el punto de vista cinegético es mayor a cualquier intento
de descripción de la caza. Sobre todo cuando un cazador, como el que teclea estas
palabras, intenta dilucidar la esencia de la cacería.
El término
cinegético viene del latín cynegetĭcus, que a su vez proviene del griego κυνηγετικός, que quiere decir “El arte de la caza”; y al respecto, confrontando a
un sabio, sacarán gran provecho los que tienen afición a este tipo de ejercicio,
pues procura salud a los cuerpos, perfecciona la vista y el oído, retrasa la
vejez y, sobre todo, educa para la guerra (Cfr.
Jenofontes 324 A.C.).
Recordemos
que la cacería es la actividad más antigua que practica el ser humano como
especie, como homo sapiens. No
obstante, la práctica de la caza comenzó hace millones de años. Es decir, que a
pesar de que el hombre ha cazado como tal desde hace milenios, la arqueología
moderna ha demostrado que hace alrededor de cuatro millones de años hubo especies
de primates bípedos como el Australophitecus
afarensis, que era vegetariano, y después, hace dos millones, el Homo habilis, que desarrolló el uso de
herramientas para cazar y obtener carne. Éste último primate era omnívoro.
Ambos cazadores. El primero recolector. El segundo cazador de animales.
La
evidencia y los libros de historia natural sugieren que el hombre evolucionó al
Homo sapiens neanthertalensis hace aproximadamente
400 mil años, y posteriormente, 350 mil años después, éste pasó a evolucionar y
devenir Homo sapiens sapiens.
Entre
algunas de las subespecies del genus homo
perduró el vegetarianismo. Éstas evolucionaron en especies de grandes simios y
primates como el chimpancé, el orangután y el gorila.
En cambio,
la corriente genética que condujo a la evolución del hombre se distingue de sus
más similares especies por el hecho de que ésta era una especie 100% omnívora.
Así las cosas, la evolución del ser humano y los changos perfectamente puede
sugerirnos que el desarrolló intelectual evolutivo que se gestó entre los
hombres deriva del consumo de proteína animal prolongado a lo largo de millones
de años (Swan, J., 1994).
Ahondemos
en lo arriba afirmado.
Hace un
par de millones de años, nuestros ancestros evolutivos abandonaron los bosques
para habitar la vasta sabana del Continente Africano. A causa de esto,
modificaron su alimentación predominantemente vegetal y comenzaron a
alimentarse de carne, de proteína animal. Se convirtieron en cazadores. Estos
primates bípedos estaban colocados al principio de una cadena evolutiva que
cambió por completo al planeta, que tuvo como fruto al ser humano. Su evolución
definió a todos como especie. Totalmente.
Al inicio,
estos ancestros nuestros representaban muy poca competencia para las magníficas
bestias con las que compartían tierras. Sin embargo, el cerebro de estos seres
bípedos comenzó a desarrollar una inteligencia cada vez más grandiosa y
compleja. Gracias a esta incipiente intelección aprendieron a crear y usar
armas, a comunicarse, a cazar en grupos, a tender trampas, a recolectar de una
manera más eficaz.
Dicho lo
anterior, se puede entender que la caza deriva de la inteligencia, que a su vez
proviene de la evolución, cuyo proceso se debe al consumo de proteína animal,
posible gracias a la cacería. El hombre es hombre porque caza. Cazamos porque
somos hombres. Somos hombres gracias a que los hombres de antes, nuestros
ancestros en la cadena evolutiva, comenzaron a cazar.
Por cierto los chimpances también cazan monos pequeños
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