Ciudad de México,
a 13 de febrero de 2017
Dip. Ma. Victoria
Mercado Sánchez
victoria.mercado@congreso.gob.mx
Edificio F
Tercer Piso
H. Congreso de la Unión
Cámara de Diputados
Avenida Congreso de la Unión, número 66
Colonia El Parque
Delegación Venustiano Carranza
C.P. 15960
Ciudad de México
P R E S E N T E
Por medio de la presente, y con motivo de la INICIATIVA CON PROYECTO DE
DECRETO QUE REFORMA, ADICIONA Y DEROGA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LAS LEYES
GENERAL DE VIDA SILVESTRE, Y FEDERAL DE ARMAS DE FUEGO Y EXPLOSIVOS, ASÍ COMO
DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL., que presentó en fechas recientes ante la H. Cámara
de Diputados, me permito informarle los siguientes aspectos sobre la caza en
México. Lo anterior, a causa de que su iniciativa tiene por objeto “[…] negar
el registro de Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre,
cuando estas tengan por objeto la caza deportiva”.
De acuerdo a la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales, en 1997, “[…] con el propósito de
contribuir a compatibilizar y a reforzar mutuamente la conservación de la
biodiversidad con las necesidades de producción y desarrollo socioeconómico de
México, en el sector rural, se estableció el Sistema de Unidades de Manejo para
la Conservación de la Vida Silvestre” [1].
Las Unidades de Manejo para la
Conservación de la Vida Silvestre tienen como propósito y objetivo la promoción
de “[…] esquemas alternativos de producción compatibles con el cuidado del
ambiente, a través del uso racional, ordenado y planificado de los recursos
naturales renovables en ellas contenidos, frenando o revirtiendo los procesos
de deterioro ambiental” [2].
Esta innovación se implementó para dinamitar las prácticas arcaicas de antaño,
otrora tradicionales, anquilosadas en una visión anacrónica que subvaloraba lo
concerniente a la materia ambiental, y por consiguiente en ese entonces se
explotaban despóticamente los recursos naturales; se hacía uso inmoderado de
los mismos; y/o, por otro lado, se empleaban modelos taxativos mal enfocados y
peor desarrollados en la gestión de vida silvestre del país. Gracias a la
consumación del SUMA, se erradicaron estas prácticas y en la actualidad se ha
venido innovando día con día, logrando con ello la conservación y preservación de
la fauna y flora nacionales, así como de los ecosistemas respectivos.
Las UMA no solamente han aportado
a la conservación de la biodiversidad en México. Este esquema también ha
atendido reivindicaciones sociales, pues gracias a este sistema se ha logrado
traer desarrollo socioeconómico a las zonas rurales del país. Esto ha sido
gracias a que las Unidades de Manejo Ambiental también fomentan “la
diversificación de actividades productivas en el sector rural, basadas en el
binomio conservación-aprovechamiento de los recursos naturales, logrando así:
fuentes alternativas de empleo, ingreso para las comunidades rurales,
generación de divisas, valorización de los elementos que conforman la
diversidad biológica y el mantenimiento de los servicios ambientales focales
que prestan al lugar y a sus áreas aledañas” [3].
Actualmente, en el territorio
nacional existen registradas en el país 9,550 UMA, que abarcan un total de
33,150,547 Ha. Lo que se traduce en 331,595.47 km2.
Considerando que la superficie total de la República mexicana es de 1,964,375
km2, eso significa que más del 10% representa predios,
rancherías, ejidos o comunidades rurales registradas como Unidades de Manejo
para la Conservación de la Vida Silvestre.
NÚMERO DE
HECTÁREAS Y UMAS POR
ENTIDAD
FEDERATIVA. REGISTRADOS EN LA DGVS
ENTIDAD SUPERFICIE en Ha # de UMAS
Sonora 3,843,433 540
Baja California 2,446,740 37
Coahuila 2,391,354 497
Baja California Sur 1,630,789 18
Nuevo León 1,213,370 850
Chihuahua 1,068,257 97
Tamaulipas 719,929 630
San Luis Potosí 450,937 76
Durango 358,770 70
Campeche 350,870 53
Zacatecas 257,837 142
Jalisco 229,806 68
Sinaloa 187,002 37
Michoacán 156,258 64
Quintana Roo 140,210 26
Guerrero 121,268 9
Oaxaca 114,372 16
Nayarit 86,945 11
Yucatán 62,794 9
Chiapas 45,407 23
Veracruz 30,179 29
Morelos 28,449 14
Puebla 28,326 34
Guanajuato 25,383 11
Aguascalientes 20,946 10
Estado de México 8,458 21
Querétaro 5,671 3
Hidalgo 3,351 11
Tlaxcala 2,265 4
Tabasco 1,600 4
Distrito Federal 802 2
Superficie Total: 16,031,778 Total de
UMAS: 3,416
NÚMERO DE
HECTÁREAS Y UMAS POR
ENTIDAD
FEDERATIVA REGISTRADAS EN
LAS DELEGACIONE Y
GOB. DE LOS ESTADOS
CON FUNCIONES
DESCENTRALIZADAS.
ENTIDAD SUPERFICIE
en Ha # de
UMAS
Sonora 4,562,649 1114
Durango 1,962,366 370
Chihuahua 1,593,481 286
Coahuila 1,447,369 356
Baja California Sur 1,050,387 81
Nuevo León 800,896 890
Baja California 795,698 212
Zacatecas 735,168 140
Tamaulipas 608,617 603
Sinaloa 488,005 67
Campeche 445,906 48
Jalisco 390,344 218
Guerrero 345,550 36
Nayarit 343,373 101
Michoacán 311,201 311
San Luis Potosí 291,113 90
Oaxaca 207,209 85
Morelos 122,527 40
Colima 108,445 47
Yucatán 86,286 101
Puebla 84,871 107
Tlaxcala 68,533 56
Chiapas 67,627 385
Quintana Roo 64,408 61
Veracruz 28,440 170
Hidalgo 24,989 55
Tabasco 23,135 34
Guanajuato 19,570 16
Estado de México 18,904 28
Aguascalientes 14,909 13
Querétaro 6,793 13
Superficie Total: 17,118,769
Total de
UMAS: 6,134
GRAN TOTAL: 9,550 UMAS
GRAN TOTAL SUPERFICIE: 33,150,547 Has. [4]
Hoy en día, gracias al buen
trabajo que se ha realizado en las UMA a través de los años, en diversas áreas
del noreste de la República se ha formado una sobrepoblación de venado cola
blanca (Odocoileus virginianus texanus) [5].
Me refiero a los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila. En estos tres
estados se tiene registro de un total de 3,826 UMA, que implican 7,181,535 Ha.
La sobrepoblación de venado que se
menciona en el párrafo que antecede, es fruto del control de depredadores; de
la concientización sobre el cuidado al medio ambiente en zonas rurales; y
gracias a que se han evitado otros factores que diezman las poblaciones de este
ciervo, como la cacería furtiva, o costumbres como el consumo y el
aprovechamiento indiscreto de la carne de cola blanca, reflejadas verbigracia
en la tradicional elaboración de tamales de venado [6].
Todo esto es resultado y consecuencia del Sistema de Unidades de Manejo para la
Conservación de la Vida Silvestre. Sin embargo, la proliferación de fauna, y
muy en especial del Odocoileus
virginianus texanus, puede traer consigo implicaciones negativas también,
pues que se establezca una sobrepoblación de venados, “[…] afecta su hábitat,
así como el estado físico de los venados, y promueve la propagación de
enfermedades [7]
que pueden afectar fuertemente las poblaciones” [8].
De resultas, es necesario que los terratenientes de los predios, de los
ecosistemas, efectúen acciones con la finalidad de controlar las cantidades de
esta especie de cérvido, y sin duda el mejor control para mantener la cohesión
de estos animales de manera que ésta no supere la capacidad de la biota, es
mediante el aprovechamiento extractivo sustentable y controlado del cola
blanca.
Hoy en día, por medio de la caza
deportiva practicada en diez mil UMA, se aprovechan de manera legal la cantidad
estimada de 60,000 venados cola blanca machos al año [9].
Aunado a lo anterior, se calcula que se extraen y se aprovechan de manera
ilegal 240,000 venados, tanto machos, hembras y crías, para el autoconsumo de
cazadores furtivos o de subsistencia. Esta extracción ilegal se practica en los
confines de más de treinta mil tierras ejidales, rancherías y comunidades
rurales a lo largo y ancho de la República mexicana [10].
De las cifras arriba expuestas se
desprende que anualmente se aprovechan en el país cerca de 300 mil venados.
Esta cantidad de ciervos significa una producción cercana a 12 mil toneladas de
cárnicos, tomando como promedio 40 kilogramos por venado. Si a esto le sumamos
que el kilo de carne se podría vender en 150 pesos, estaríamos ante un mercado
con un potencial de $1,800 millones de pesos mexicanos Ahora bien, tomando en
consideración que hipotéticamente hablando, gran parte de estos cárnicos sería
producto de una actividad ilegal, tendríamos que mejor restar la cantidad de
venados y la mitad de su potencial económico en el mercado de carne. Así
tendríamos un aprovechamiento de 165,000 venados al año, que producirían
alrededor de 6,600 toneladas de carne, que a su vez se traduciría en un valor
de mercado de $990 millones de pesos, tomando como base unitaria la cantidad de
$150 pesos por kg [11].
Esto sin duda tendría diversas secuelas sumamente positivas, tanto en materia
de medio ambiente, como en materia de desarrollo social y económico. Asimismo,
permitiría y fomentaría el consumo de cárnicos más sanos; y del mismo modo, se
podría aprovechar para uso de programas que combaten la desnutrición y la
hambruna en nuestro país.
No obstante, para que lo
anteriormente desarrollado pueda ser una realidad, antes se tiene que seguir
trabajando en el Sistema de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida
Silvestre, para que éste a su vez se siga desarrollando y siga avanzando. Queda
todavía mucho por hacer en materia de regulación de las actividades
cinegéticas; falta inversión para la promoción de éstas y concientización de
los beneficios que la caza regulada trae consigo.
Así las cosas, es indubitable que
la práctica de la cacería deportiva en el territorio nacional deviene desarrollo
y progreso. Si bien, todavía la derrama económica que deja la actividad
cinegética en nuestro país se antoja marginal al confrontarla con el total del
ingreso por concepto de turismo en general, tanto doméstico, como
internacional. Sin embargo, es importante señalar que con el pase del tiempo,
el turismo cinegético ha venido ganando terreno; aunado a lo anterior,
considerando las complicaciones económicas por las cuales atravesamos como
nación, parecería irresponsable demeritar cualquier ingreso económico, por
insignificante que parezca, que pudiera beneficiar a nuestro país. Por
consiguiente, se insiste en que se debe seguir trabajando para que la industria
de la cacería en México mantenga su crecimiento.
Para fortalecer lo dicho, se
expone lo siguiente: en el año 2001, de acuerdo a un estudio elaborado por la
Secretaría de Turismo y por REDES Consultores, con la participación de la
Asociación Nacional de Ganaderos Diversificados, titulado “Estudio Estratégico
de Viabilidad del Segmento de Turismo Cinegético en México”, en el año 2001
“[…]la derrama total del mercado de turismo
cinegético en México se estima en un orden de magnitud de entre 140 a 155
millones de dólares”. Esta cantidad, de acuerdo al INEGI/SECTUR, BANXICO y
REDES, representó entre el 0.15% y el 3.00% del total del ingreso total por
concepto de derrama económica del turismo doméstico e internacional en dólares
que en ese año ascendió a $59,538 millones de dólares [12].
Sin embargo, vale la pena mencionar que cuando
se realizó dicho estudio, “[…] únicamente 1,200 UMAS de las 2,606 registradas
en el territorio nacional contaron con permisos de aprovechamiento cinegético”.
Lo que significa que en ese entonces solamente existían 2,606 UMA registradas,
lo que representa cerca del 20% de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre con las
que actualmente contamos en el país. Es decir, de 2001 a la fecha se han
registrado circa de 11,000 UMAS más
de las que existían cuando dicho estudio fue elaborado. Por ende, se infiere
que del mismo modo la derrama económica de turismo cinegético ha crecido en
comparación con la que se generó a principios de siglo.
De acuerdo con el estudio en comento, la
cacería conlleva a ciertas ventajas y múltiples efectos de las mismas, como los
que a continuación se detallan:
VENTAJAS
|
EFECTOS
|
La dependencia directa que
tiene la actividad cinegética de la fauna local, pone en evidencia la
importancia de la protección y control de las especies y el hábitat en que se
desarrollan.
|
Aprovechamiento y control
de recursos.
|
La rentabilidad que
producen las especies silvestres a través de su aprovechamiento cinegético,
se traduce en una revalorización intrínseca de las mismas, y suscita una
inversión voluntaria y fructífera en la preservación de la población
existente, así como en la protección y mejoramiento de su hábitat.
|
Revalorización y
reinversión en la conservación.
|
La actividad cinegética
representa una alternativa para complementar los ingresos del sector
agropecuario que se ha visto afectado en los últimos años por el incremento
de la competencia y la pérdida de competitividad de los productos
tradicionales.
|
Ingresos adicionales para
sector agropecuario.
|
El turismo cinegético se
realiza en zonas rurales, ofreciendo oportunidades de trabajo y aprendizaje a
comunidades apartadas con escasas expectativas de desarrollo.
|
Mejoramiento de la calidad
de vida de comunidades rurales.
|
La práctica del turismo
cinegético se complementa con otros tipos de turismo (sitios arqueológicos,
pesca, sol y playa, etc.), especialmente en el caso de los visitantes
extranjeros. De esta manera la derrama de los turistas cinegéticos se
distribuye entre una amplia gama de segmentos turísticos.
|
Complementariedad de la
oferta turística.[13]
|
De acuerdo al Instituto Nacional de
Estadística y Geografía, el Producto Interno Bruto Nominal se situó en
$17,810,957 millones de pesos en el cuarto semestre de 2014, de los cuales, el
sector avocado a la agricultura, cría y explotación de animales,
aprovechamiento forestal, pesca y caza, generó $679,896 millones de pesos, que
representan el 4% del PIB Nominal a valores básicos. Dentro de este sector,
denominado Actividades Primarias, la
caza, pesca y captura representan poco más del 3%, con un total de $14,624
millones de pesos generados en el cuarto trimestre de 2014. Por consiguiente,
se desliga que, en primer lugar, la cacería es considerada una actividad
primaria en México; en segundo lugar, la cacería, la pesca y la captura
conforman una misma unidad para efectos de productividad económica en el país [14];
y, por último, por conformar este trinomio una esfera económica, no se le debe
desmembrar.
Por otro lado, resulta importante destacar que
según el INEGI, la agricultura,
cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza
generaron entre el año 2013 y 2014 188,935 empleos, mismo que, dada la
naturaleza de los mismos, se crearon en sectores rurales, marginales y pobres
del país [15].
Esto quiere decir, que este sector sin duda alguna representa una posibilidad y
un impulso para mejorar la calidad de vida de ejidatarios, comuneros y
campesinos en general, a lo largo y ancho de la República.
En
conclusión, la cacería legal, regulada, deportiva, representa para México mucho
más que un deporte. Es un modus vivendi para
miles, un negocio y si sigue progresando devendrá industria como en otros
países del mundo. Además, quienes se ocupan de este negocio que genera decenas
de miles de empleos y miles de millones de pesos, son, en su mayoría,
empresarios pertenecientes a la iniciativa privada o, en su casi, asociaciones
civiles como ANGADI, las federaciones de caza y tiro, FEMECA y FEMETI, así como
múltiples y diversos clubes de caza y tiro en todo el país. Por ende, se
entiende que quienes se encargan de preservar los ecosistemas delimitados y
protegidos por las Unidades de Manejo Ambiental, así como los que se ocupan de
la conservación de la flora y fauna que tiene su hábitat natural dentro de
estas tierras, son personas físicas o morales ajenas al gobierno.
Consecuentemente, las repercusiones positivas en materia de desarrollo social y
sustentable, así como los impactos económicos y en materia ambiental que genera
la caza casi no requieren de la erogación del erario público. Casi toda la
inversión que se hace en la industria cinegética es privada. No le cuesta a la
gente; únicamente nos cuesta a los cazadores. Por eso la caza constituye un derecho
para quien desee practicarla o dedicarse a ella. Un derecho regulado en la Ley
General de Vida Silvestre.
Expuesto
lo anterior, espero que luego de recibir esta información reconsidere su
postura en torno a la caza en México, y se abra la oportunidad para iniciar un
debate sobre este tema complejo y sensible.
A T E NT A M E N T E
Lic. Humberto Enoc Cavazos
Arozqueta
Editor de Cazando Sobre la
Hojarasca
Socio de Club Safari México,
A. C.
Socio de la Asociación de
Caza y Pesca del D.F., A. C.
Miembro de Safari Club
International
Miembro de Safari Club International Capítulo Monterrey
Miembro de Wild Sheep Foundation
Afiliado a la Federación Mexicana de Tiro y Caza, A. C.
Afiliado a la Federación Mexicana de Caza, A. C.
[1] http://www.semarnat.mx/temas/gestion-ambiental/vida-silvestre/sistema-de-unidades-de-manejo Ciudad de México, 24 de febrero de 2016, 17:30
horas
[2] Íbid ídem http://www.semarnat.mx/temas/gestion-ambiental/vida-silvestre/sistema-de-unidades-de-manejo Ciudad de México, 24 de febrero de 2016, 17:32
horas
[3] Ídem.
[4] Dirección General de Vida Silvestre, dependiente de
la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, por conducto del
Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de
Datos Personales. [Se anexa EXCEL]
[5] Alfonso Martínez Muñoz, José González Salinas, Et. Al. “La carne de venado en la dieta
humana”. En CiENCiA UANL, Revista de divulgación cientofica y tecnológica de la
Universidad Autónoma de Nuevo León http://cienciauanl.uanl.mx/?p=2961 Ciudad de México, 24 de febrero de 2016, 17:49
horas
[6] Cfr. Alfonso
Martínez Muñoz, José González Salinas, Et.
Al. “La carne de venado en la dieta humana”. En CiENCiA UANL, Revista de
divulgación científica y tecnológica de la Universidad Autónoma de Nuevo León http://cienciauanl.uanl.mx/?p=2961 Ciudad de México, 29 de febrero de 2016, 17:01
horas
[7] Martínez Alfonso, Salinas A. Cantú, A. Et. Al. “Serosurvey selected disease
agents in white-tailed deer from Mexico”. Journal of wildlife diseases. En http://cienciauanl.uanl.mx/?p=2961 Ciudad de México, 24 de febrero de 2016, 18:15
horas
[8] Ídem Ciudad
de México, a 24 de febrero de 2016 18:33 horas.
[9] Cfr. Villarreal, G., J.G., 2014. Guía de campo para el cazador
responsable de venado cola blanca. Octava edición. Consejo
Estatal de Flora y Fauna Silvestre de Nuevo León, A.C., y
otras Organizaciones. Monterrey, Nuevo León, México. En Alfonso Martínez Muñoz, José González Salinas, Et. Al. “La carne de venado en la dieta
humana”. En CiENCiA UANL, Revista de divulgación cientofica y tecnológica de la
Universidad Autónoma de Nuevo León http://cienciauanl.uanl.mx/?p=2961 Ciudad de México, 29 de febrero de 2016, 17:01
horas
[10] Villarreal,
G., J. G. (1999). Venado cola blanca,
manejo y aprovechamiento cinegético. Unión Ganadera Regional
de Nuevo León, Guadalupe, Nuevo León, México.
[11] Cfr. Alfonso Martínez Muñoz, José González Salinas, Et. Al. “La carne de venado en la dieta
humana”. En CiENCiA UANL, Revista de divulgación científica y tecnológica de la
Universidad Autónoma de Nuevo León http://cienciauanl.uanl.mx/?p=2961 Ciudad de México, 29 de febrero de 2016, 17:44
horas
[12]
SECTUR, REDES, Estudio Estratégico de Viabilidad del Segmento de Turismo Cinegético
en México http://ictur.sectur.gob.mx/pdf/estudioseinvestigacion/segmentosyproductos/productos/Turismo_Cinegetico.pdf
Ciudad de México, a 29 de febrero de 2016 18:43 horas.
[14] INEGI. Producto
Interno Bruto a Cifras Corrientes. Cifras durante el cuarto trimestre de 2014. http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/notasinformativas/pib_precr/NI-PIBCR.pdf Ciudad de México, a 29 de febrero de 2016 19:23
horas.
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