Armando Klein
Qué fácil es decir o creer en algo sentado detrás de un
escritorio.
Hace unos días se publicó una nota de un periódico de “medio
pelo” totalmente falsa, en donde declara la extinción del borrego cimarrón en
ciertas áreas naturales protegidas de nuestro país.
Las fotos que aquí publico fueron tomadas por mí entre el 25
de enero y el primero de marzo de 2015 en una UMA (Unidad de Manejo Ambiental
para la Conservación de Vida Silvestre) colindante con una de las la Reservas
de la Biosfera que se mencionan en el articulo donde se dice que el cimarrón se
extinguió.
Lo que yo veo cada vez que visito Sonora—que es muy seguido—,
es una población cada vez más sana de borrego cimarrón. De hecho, los reportes
de Semarnat del censo aéreo hecho en durante 2012 sobre los estados de Sonora,
Baja California, y Baja California Sur, indican que en la actualidad se cuenta
con el mayor número de ejemplares en vida libre desde que se tiene registro de
los conteos de la especie.
Contrario a lo que la nota amarillista menciona, y gracias a
las labores de conservación que se han hecho en conjunto entre los gobiernos
estatales y el gobierno federal, así como al esfuerzo dedicado entre los
propietarios de UMAS y la aportación económica indispensable del gremio de la
cacería, hoy tenemos en todo el territorio nacional poblaciones de vida
silvestre más sanas que nunca.
Este logro no es gracias a los verdes, ambientalistas, veganos, tree hughers o demás mequetrefes que se dicen amar a los animales
sin aportar un centavo para su conservación.
¿Qué acaso creen estos que la comida sale del refrigerador?
El peor depredador de hábitats es la agricultura, la ganadería
y la pesca, actividades de las cuales obtenemos casi todo lo que consumimos a
diario.
¿Qué las lechugas se siembran en las azoteas? No. Se siembran
en miles y miles de hectáreas que se han deforestado, y con ello un sinfín de
especies silvestres han perdido sus hábitats naturales.
Pero esta sociedad higienizada e ignorante se tapa los ojos
para no ver qué hay más allá de lo que consumimos.
En contra de todas las creencias, nosotros los cazadores
somos los que aportamos la gran mayoría de los recursos para la conservación de
los ecosistemas donde habitan la flora y fauna del país. No son los “verdes”. Ellos
no aportan en nada. Creen que aportan con pancartas y diatribas. Pero no. Nosotros
los cazadores somos los más interesados en la conservación de la vida silvestre,
y actuamos conforme a ello.
¿Quieres que en realidad tus hijos sigan viendo borregos en
vida silvestre, como estos? Infórmate.
nada mejor que testimonios de un hecho verídico, le envío un cordial saludo
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=RTlAghQ3tWQ
https://youtu.be/RTlAghQ3tWQ?t=1262 minuto 21,esto es lo que se tiene que decir desde el inicio... saludos
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